Elinvitado @ 2025 | Reiniciando… ↻ cada día

El Arte del Amor Divino

Reflexiones sobre la sabiduría y misericordia eternas

Un_gran_lienzo_suspendido_en_el_cielo

El Lienzo de la Creación

Hijos míos, les acerco:

Una meditación poética que convoca a las almas a descubrir y honrar el amor inagotable de su Padre, recordándoles que cada palabra y cada trazo de sus vidas en un lienzo sagrado entregado con perfección, donde la sabiduría y la misericordia divinas moldean el camino para alejarlos del mal y acercarlos al bien, invitándolos a reconocer el sello del amor en cada instante, incluso en el dolor, como prueba del Creador, y a percibir la presencia de Dios en todo lo creado: personas, animales y la misma brisa que acaricia el rostro, asegurando que solo el amor es el poder supremo que da sentido, paz y vida a la existencia humana.




Escritura:

No llamen mi atención, pequeñas almas, aspirantes a demonios; más colmense con cada palabra de vuestro Padre, allí reside toda bendición.

Porque nada es desapercibido en el cielo o en la tierra, busquen incesantemente el amor de vuestro Padre, un amor que derrama para vuestra paz y vida.

No llamen mi atención, y no os advierto, jamás lo haría; sé que no sienten temor, amor o respeto.

Les haré llegar la sabiduría del amor de vuestro Padre, agua pura y fresca sobre el acero al fuego.

Vuestra experiencia, vuestro camino, el que ustedes andan, se moldeará con lo necesario para que no cumplan sus metas de convertirse en mal.

Vuestro lienzo: más les vale usarlo con la sabiduría que vuestro Padre les envía cada día.

El punto perfecto del lienzo es cuando les fue entregado. Si han escrito algo, si han dejado algún rastro en él, que sea conforme a Aquel que con tanto amor les confió la obra.

Yo soy en el cielo y en la tierra, y tengo poderes que nunca uso; y lo que tengo no es ni comparado con el amor de vuestro Padre, un amor tan puro y eterno, perfecto y sublime, justo y sanador, único.

Amén a vuestro Padre, amén a Dios por sobre todo, porque a aquellos que no lo saben, les diré: es la única ley.

Todo el que lee, lo lee; lo está viendo y lo oye.

Y si lo vuelve a leer, lo relee; lo vuelve a ver y a oír.

Ese es su amor eterno, su paciencia infinita, su misericordia y sabiduría.

Y no se crean no merecedores; ustedes no definen lo que debe o no dar vuestro Padre.

Vuestro Padre todo os da con amor, para que ustedes sean en ese amor.

Yo soy y tengo poderes que no uso. Solo uno uso siempre y no es mío: el amor del Padre es el único poder al que he hallado camino en la creación.

Todo es conforme a ese amor, y si fueran todos verdaderamente artistas, se darían cuenta del sello de toda creación, de cada instante; aún en el dolor, el sello distintivo del Creador es el amor.

Y nada dice lo contrario: todos son obra, parte de esta bella creación, pincelada por un Artista mayúsculo y único, vuestro Padre.

mí­rense: con ese amor los ha hecho.

Miren a los suyos; así los ama.

Miren a sus padres, al lado vuestro, los animales, las aves, cada brisa en el rostro.

Si logran ver, lo verán.

Un manantial de agua pura se derrama permanentemente desde el cielo a la tierra.

30 años atrás,

un buen hombre, Padre de Familia, me dijo:

«Soñé con usted anoche, iba vestido todo de blanco, descalzo por un campo lleno de espinas, caminaba sin ningún problema, y en su mano llevaba un sombrero del cual salía agua, muchísima agua, y no terminaba de salir. ¿Y pensé, como es posible?».

Le dije: «¡Es solo un sueño!»

Él, su esposa, sus hijos, vieron mi partida desde lejos, sin capacidad de despedirse, y aún hoy no saben, que tienen mi bendición eterna.

No fue un sueño, solo le mostré el camino.